Fuimos a Río Ceballos, a un hotel muy lindo que iba Martín cuando era chiquito.
Toño lloró un poco en el viaje, por eso hicimos varias paradas, Mateo se portó como un campeón aunque estaba muy ansioso por llegar. El disfrutó más que todos. La pileta del hotel y el río es lo que más quería.
Hicimos un paseo con el auto por las montañas, pero eso a Mateo no le gusto nada, vomitó de ida y de vuelta, y desde ese entonces odia las montañas y las curvas, jajaj
Toñito también se metió en la pile y disfrutó de nuevas sensaciones. Y toco el río con sus piecitos.
Protegidos del sol, hicimos de todo!!
Acá muchas fotos de momentos únicos